Poner la fe en acción para que la población hispana vulnerable supere los obstáculos y alcance un desarrollo integral

(OSV News) — Hacerles frente a problemáticas, lograr un desarrollo humano integral y prosperar es un proceso a largo plazo que involucra a las iglesias locales, organizaciones y los miembros de la población hispana vulnerable en Estados Unidos, dijeron expertos en un webinar del V Encuentro.

Unión de esfuerzos, liderazgo y recursos disponibles necesarios para el desarrollo humano

Durante la Serie Ministerial del V Encuentro sobre el Desarrollo Humano, un panel de expertos habló de los recursos disponibles en la comunidad y la importancia de unir esfuerzos y promover el liderazgo.
En este segmento participaron Aarón Castillo, director de la Secretaría Vida, Justicia y Paz de la Arquidiócesis de San Antonio, Texas; Ana Chavarin, organizadora de Pima County Interfaith Council en Arizona; y Juan Aranda, especialista en subvenciones de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano (CCHD) de USCCB.
Castillo explicó cómo la Iglesia, las diferentes organizaciones y el gobierno local en San Antonio han trabajado uniendo sus fuerzas en beneficio del desarrollo de las comunidades hispanas.
“Hay organizaciones que llevan más de 50 años colaborando, algunas de ellas incluso con las mismas parroquias”, explicó. “Hay generaciones de personas que han recibido este entrenamiento y que están acostumbradas a salir a la plaza pública a llevar su fe al espacio público y a tratar de convertir aquello en una caridad funcional”.
“Es un espectro muy grande de necesidades que se atienden y depende de la realidad vivida de las comunidades específicas tanto en el espacio urbano como en el espacio rural”, aseguró Castillo, quien comentó que esta sinergia ha logrado desde pavimentar calles hasta culminar grandes obras de infraestructura para evitar que las inundaciones cobren vidas humanas durante tiempos de intensas lluvias.
Por su parte, Chavarin compartió la experiencia de su organización, que ha entrenado cientos de líderes en Tucson para que puedan hacer un cambio en asuntos de importancia para sus comunidades, como educación, inmigración, salud, vivienda, etc. “Nuestra misión es fortalecer a las familias a través del desarrollo de liderazgo para que participen en la arena pública”, dijo.
Así mismo, Aranda aseguró que este programa trabaja “para llevar a cabo la misión social de la Iglesia” y darles a los fieles católicos “oportunidades concretas para poder poner nuestra fe en acción”.
“Trabajamos para empoderar a los inmigrantes y darles recursos para que ellos mismos puedan participar en las decisiones que afectan sus vidas, sus familias y sus comunidades”, dijo el especialista de la Campaña Católica para el Desarrollo Humano de los obispos de EE.UU.
Aranda comentó que “el tipo de organizaciones que CCHD apoya financieramente depende mucho de los temas e iniciativas locales según las prioridades de las comunidades”. Entre sus esfuerzos apoyan iniciativas de acceso a viviendas asequibles, agregó.
Finalmente, Aranda invitó a los asistentes a consultar el mapa de CCHD para conocer qué organizaciones locales se encuentran en las mismas comunidades para buscar esas herramientas y recursos que puedan ayudar a mejorar la calidad de vida de sus familias y de su comunidad.

Al principio del webinar del 18 de mayo, el arzobispo Paul S. Coakley de Oklahoma City, abordó las áreas que permiten o limitan el desarrollo integral de la comunidad hispana en los Estados Unidos. Esta sesión sobre el Desarrollo Humano es parte de una serie de webinars sobre 28 áreas ministeriales de importancia para la comunidad Hispana/Latina en EE.UU.

“El desarrollo humano se define como el proceso a través del cual se expanden las libertades y las oportunidades de los individuos para mejorar su bienestar”, dijo el arzobispo. “El número de circunstancias que puedan impactar estas realidades, ya sea de manera positiva o negativa, en la comunidad hispana/latina son inmensas”.

El arzobispo Coakley destacó la importancia de la información obtenida a partir del proceso de consulta del V Encuentro. “Nos ofreció información amplia sobre los estándares de vida, salud y acceso a la educación entre los hispanos en nuestra sociedad”, explicó.

“Los inmigrantes (por ejemplo) necesitan guía para entender mejor las leyes y sus derechos debido a que las oportunidades de acceso a servicios de salud, trabajo, unidad familiar, educación y recepción de los sacramentos puede ser limitada por el estatus migratorio”, afirmó.

El arzobispo Coakley, quien es parte del Comité de Justicia Doméstica y Desarrollo Humano de la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB), resaltó los esfuerzos de las iglesias locales junto a organizaciones para atender y aliviar las diversas necesidades de la comunidad migrante.

“La Iglesia no está sola en su deseo de mejorar la vida de nuestra comunidad”, agregó. “Hay muchos servicios sociales disponibles en la mayoría de las comunidades y la Iglesia debe seguir fortaleciendo los lazos de colaboración con esas organizaciones para multiplicar su impacto”.

También hizo un llamado a “seguir fortaleciendo las familias hispanas, formando familias donde la iglesia doméstica encuentre su sentido de pertenencia y experimente respeto y dignidad humana (…) Debemos seguir construyendo lugares donde los hispanos puedan encontrar un hogar lejos de su hogar, no solo un lugar sino un hogar”, enfatizó.

Este webinar continuó con las memorias y conclusiones del Área Ministerial del Desarrollo Humano, en las que se evidenciaron condiciones difíciles de trabajo, poco acceso a servicios de salud, educación, escasa movilidad, situaciones de violencia, entre otras problemáticas que enfrenta la población hispana vulnerable en los Estados Unidos.

Especialmente en materia de empleo se mencionaron las largas jornadas laborales, el riesgo de ser explotados, los bajos salarios que son muchas veces robados por supervisores deshonestos. “Los horarios de trabajo para la clase trabajadora y los trabajadores pobres, a menudo interfieren con la vida familiar y casi pueden imposibilitar la participación en la parroquia”, dijo una de las conclusiones.

Por otra parte, existen desafíos en materia de movilidad ya que “la falta de transporte público o acceso a la licencia de conducir, dificultan el trabajo y la vida familiar”.

Los hallazgos indicaron que las comunidades hispanas también son afectadas por la violencia por cuenta del crimen organizado y la violencia de pandillas. Eso, sin mencionar el flagelo de la violencia doméstica, que es pocas veces reportado y por la cual muchos sufren en silencio.

Así mismo el limitado acceso “a viviendas asequibles, puede llevar al hacinamiento y el desamparo. Muchas familias hispanas están a un cheque de pago de la bancarrota”, indicó el informe.

En materia de salud, se concluyó que las comunidades hispanas son propensas a afectaciones de salud física, emocional y espiritual, debido a traumas o enfermedades. “Las personas indocumentadas no tienen acceso a seguro médico público ni privado, lo que causa innumerables crisis de salud evitables”, se dijo. Los problemas de salud mental y el abuso de sustancias y adicciones, según las conclusiones, afectan la vida de muchas familias hispanas, ya que para ellos es difícil obtener asistencia debido a los altos costos y al tabú que estos temas suponen.

A todo ello se suma el desconocimiento de cómo funcionan los sistemas de salud, legal, político y social; con lo cual muchas veces pierden oportunidades de obtener ayudas y recursos para sus familias. De igual manera la falta de acceso a alimentos nutritivos, a programas de educación básica y al aprendizaje del inglés, empeora dicho panorama.

Este informe mencionó, también, la imperante necesidad de sacerdotes y religiosas hispanohablantes y programas de formación en español a todo nivel.

Ante estas conclusiones, el V Encuentro hizo una serie de recomendaciones entre las que se encuentran: fortalecer a la familia hispana, visibilizar a la iglesia en las comunidades para que éstas con otros aliados locales puedan ayudar a las personas a alcanzar su potencial y prosperar. Finalmente recomiendan establecer o mantener centros para responder a las necesidades de la comunidad hispana.

En el siguiente segmento, William Becerra, asesor bilingüe de la Oficina de Participación Hispana de Catholic Relief Services, dijo que “el verdadero desarrollo humano integral es un proceso dinámico a largo plazo, basado en la dignidad humana y las relaciones de cada persona con Dios, consigo mismo, con los demás y con toda la creación”.

Avanzar en el nivel de desarrollo humano integral, dijo, significa trabajar con una variedad de actores para transformar la forma en que las sociedades viven, sanan y se estructuran. “El desarrollo se logra a través del compromiso activo de los demás en una sociedad justa y pacífica que respeta el carácter sagrado de la vida y la dignidad de las personas”, declaró.

Para Becerra, “los hispanos en los Estados Unidos tenemos una gran responsabilidad, no solo por los números, sino por los valores de nuestra fe”, dijo Becerra. “Estamos llamados a promover el bien común de cada persona y de toda la persona, los aspectos culturales, económicos, políticos, sociales y espirituales como verdaderos discípulos misioneros, testigos del amor de Dios”.

Marietha Góngora escribe para OSV News desde Bogotá, Colombia.

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